Test de Turing
Qué es, cómo funciona y limitaciones del Test de Turing
¿Qué es el Test de Turing?
Es posible que hayas oído hablar del Test de Turing pero, ¿qué es exactamente?
Alan Turing, considerado uno de los padres de la Inteligencia Artificial, tenía una pregunta en mente:
¿Es capaz de pensar y reaccionar cómo un ser humano?
La pregunta pecaba de genérica y ambigua, de modo que la reformuló:
¿Podría una máquina tener un buen desempeño en “El Juego de la Imitación”?
Turing se inspiró en un programa televisivo llamado “El
juego de la Imitación” donde un hombre y una mujer, desde dos habitaciones
cerradas, respondían a máquina a las preguntas del público.
La idea era que el público tratase de adivinar quién era el
hombre y quién la mujer sin verse influenciados por el tono de voz, aspecto
físico…
Traspasando esta idea al ámbito de la Inteligencia Artificial, lo que Turing proponía era una dinámica similar en la que un individuo tratara de adivinar si el interlocutor al otro lado de la pantalla era un programa informático o una persona real.
¿Cómo funciona el Test de Turing?
El test de Turing original requería de tres terminales
separadas entre sí: Una terminal sería operada por un ordenador mientras que
las otras dos serían operadas por humanos.
Durante el test, uno de los humanos haría preguntas mientras
que el otro humano y el ordenador responderían. La temática de las preguntas sería
concreta, ajustada a un formato y contexto específico. El test podía ser repetido
las veces que hiciera falta, de manera que nos preguntamos:
Llegados a este punto nos preguntamos:
¿Qué se necesita para aprobar el test de Turing?
El test podía ser repetido todas las veces que el interrogador deseara. No obstante, solo se aprobaría el test si la persona que realizaba las preguntas, fallaba más de la mitad de las veces en adivinar quién era la persona y quién la máquina que había detrás de los otros dos terminales. En tal caso aceptaríamos que el ordenador tiene Inteligencia Artificial.
Limitaciones del test de Turing al estudiar la Inteligencia Artificial.
La principal crítica del Test radica en el modo en el que se
aplicaba, comúnmente siguiendo un formato de interrogatorio con preguntas cerradas
en un contexto muy específico de manera que, con las limitaciones de la
tecnología del momento, la máquina pudiera exhibir una inteligencia similar a
la humana.
Las preguntas normalmente eran preguntas cerradas con
respuestas de SI/NO, pero cuando se realizaban preguntas más abiertas resultaba
sencillo para el interrogador detectar quién era quién dado el carácter caótico
y disperso de las respuestas dadas por la computadora.
Hoy en día, muchos investigadores opinan que ya no es
relevante que una máquina sea capaz o no de superar el test. Es cierto que los
programas han evolucionado mucho desde que Alan Turing comenzara a hablar de Inteligencia
Artificial. Gracias a la evolución en el campo de la IA de las ramas del
Machine Learning y el Deep Learning, los avances han sido inimaginables pero la
mira ahora está más allá. Hoy en día una máquina puede responder a comentarios
emocionales pero, ¿es capaz de entender los sentimientos que le muestras?
¿Tiene una máquina empatía? ¿Puede una máquina aprender a aprender o esta
condicionada a un entrenamiento predeterminado?
El campo de la Inteligencia Artificial ha dado un salto
enorme en la última década, pero aún queda mucho por descubrir.